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sábado, 31 de enero de 2015

3- LA COMPRENSIÓN: el propósito y la meta del alma


            Lo importante es el despertar de la COMPRENSIÓN.
            Sin esto las enseñanzas en libros, mensajes, inspiraciones, revelaciones, etc. no sirven. Todo fue dado para el despertar de “la comprensión” en la conciencia humana (la conciencia es el alma). Por eso, las lecturas y estudios no sirven de mucho si a partir de esa actividad no hay una elaboración personal, creativa, a través de la reflexión.


ESTUDIO + REFLEXIÓN =  ‘COMPRENSIÓN’


            La comprensión así entendida es pues, “un fruto”, y es el primer y más simple aspecto de Buddhi. Pero ya más avanzada la comprensión puede ser ‘un relámpago’(1), siendo su energía más clara y poderosa.
            Solo a través del Ver, del Comprender, puede el hombre liberarse de la esclavitud de la Ignorancia y de sus oscuras redes de deseos(2).
                Todo el trabajo de las Jerarquías de la Luz con la Humanidad tiene una sola meta: que en el Hombre nazca la Comprensión.

                No se trata de adherir a creencias…, sino de estudiar las diferentes creencias que hay en la humanidad y dentro de la propia mente. Estudiar la creencias sin apegarse a ninguna, sino observándolas, comparándolas, para descubrir las esencias en cada una y sus puntos en común, hasta llegar a extraer LA SÍNTESIS de toda la investigación. Esto, como se verá, no es trabajo de un solo día, sino un colosal trabajo del alma para liberarse de ilusiones y extraer la Esencia de todo.
            El estudio no será solo de filosofías, religiones y ciencias del mundo, sino una práctica de OBSERVACIÓN DE LA VIDA, observación directa. En esta observación, el estudio de “el órgano que conoce”, el “sí mismo”, debe ser abordado. Esto lleva al hombre al autoconocimiento, y se le podría llamar: el proceso de “autoconsciencia consciente del alma”.

            La SÍNTESIS del conocimiento lograda a través del estudio y la reflexión es Comprensión; pero esto no es algo estático, es decir, algo que una vez que se obtiene se abandona…, sino una profundización constante. La Comprensión siempre puede ser profundizada.

El camino del alma humana es un sendero hacia las profundidades de la Comprensión.

            Esto es servicio en sí mismo, porque lo que realiza el alma siempre llega, en algún porcentaje, al Alma Global de la Humanidad.

Alexis B.


1-      ‘El relámpago’: En sus etapas avanzadas la comprensión, que es un aspecto de Buddhi, puede ser un destello, una revelación, un “darse cuenta”. De hecho todo lo que genuinamente es un “darse cuenta” es Buddhi (el 6° principio en el hombre) en acción. El relámpago de comprensión puede suceder en la mente o en el corazón (o en ambos a la vez). Cuando ocurre en el corazón (chakra 4) esto es “Inteligencia Cardíaca” o “Destello Cardíaco” y afecta más al sentir (algunos le llaman ‘corazonada’, y cuando es fuerte puede llegar a la ‘experiencia mística’), y cuando el destello es en la mente (afectando los centros en la cabeza) se presenta como idea o pensamiento claro y preciso, por lo general ‘revelador’. Pero este tipo de destellos de ‘Razón Pura’ (Buddhi) solo pueden producirse en aquellas corrientes de vida que purificaron lo suficiente sus vehículos inferiores como para poder percibir esos relámpagos luminosos llenos de claridad inteligente. Por eso, el primer tramo del camino que el alma humana debe transitar debe ser a través del trabajo del ejercicio de la reflexión. La reflexión en etapa avanzada es el discernimiento, y al llegar la capacidad discernidora, ya es Buddhi el principio que está activo. Solo después de un largo sendero de aplicación del intelecto en reflexión, cuando la mente se ha purificado lo suficiente, pueden percibirse entonces los destellos o relámpagos intuitivos de Buddhi. Estos suelen llegar de inmediato, sin tiempo, como un rayo, y la claridad que producen en la conciencia es instantánea, y no necesita del ejercicio discursivo del pensamiento. Más bien, el ejercicio del pensamiento viene luego del destello, para poder poner en palabras, lo mejor posible, esa certera ‘claridad’ que se ha manifestado.

2-      Red de deseos: Es el cuerpo de deseos en el hombre, el cual debe conocer, atemperar y finalmente trascender.





viernes, 30 de enero de 2015

2- EL ALMA: una reseña esotérica


QUÉ ES EL ALMA

En realidad en Teosofía, al estudiar al hombre no se suele emplear la palabra alma, sino que se utilizan vocablos más precisos y científicos dentro del lenguaje esotérico; por que la palabra alma ha sido utilizada en muchísimos círculos de estudios y en diferentes religiones con difusos y dispares significados, que muchas veces, más que aclarar al estudiante, oscurecen… Así, para algunos alma es sinónimo de espíritu, mientras que otros llaman alma al cuerpo astral (al afirmar que “en las noches ‘el alma’ sale del cuerpo mientras la persona duerme”…) Ambos significados, desde un punto de vista técnico (técnico-esotérico), son erróneos.
En Teosofía se habla de ‘CUERPO CAUSAL’, este sería el nombre apropiado técnicamente al tratar el alma del ser humano. Se emplea ese nombre por que es en este “cuerpo” de materia mental superior donde se van guardando las comprensiones esenciales resultantes de las existencias materiales y también es el sitio donde se hallan las “causas” que producen las reencarnaciones siguientes durante en gran ciclo evolutivo humano. Esas “causas” que llevan a las reencarnaciones sucesivas se agotan cuando el Cuerpo Causal ya está completo en Comprensión y Sabiduría. En ese momento ya no quedan más necesidades para reencarnar, y la evolución lleva por otro camino; siguiendo el sendero evolutivo, pero ya no más a través del Cuerpo Causal, sino del Cuerpo de Luz o Cuerpo Espiritual.

De esta manera, al hablar de “Cuerpo Causal” en lugar de alma, el tema puede ser desglosado y comprendido más científicamente (hablamos de “ciencia espiritual” o esotérica, por supuesto). También se emplean otros nombres como “Loto Egoico”, “Loto del Alma” o “Cuerpo Egoico”.
            En realidad, si se quiere emplear la palabra “alma” en Teosofía, podemos entonces hablar de “alma grupal”, perteneciente a los minerales, vegetales y animales en su evolución; y “alma individual” la cual pertenece a la etapa humana.
(…) El alma grupal va acopiando experiencias a través de los reinos: mineral, vegetal y animal, hasta llegar, con el paso evolutivo, a tomar un Cuerpo Causal, cuando llega a ser alma individual. A partir de allí el alma reencarna solo en cuerpos humanos, hasta que finalmente puede alcanzar la liberación del ciclo de reencarnaciones cuando el Cuerpo Causal se ha desarrollado a pleno. 
Al hablar de alma en el ser humano, podemos considerar:
1-      El alma humana
2-      El Alma Divina
Para conocer la exacta diferencia entre ambos aspectos a los que se asocia la palabra alma, se debe estudiar en detalle la “anatomía oculta humana”, es decir la constitución septenaria del hombre ya que de su estudio se desprenden estas 2 categorías. Recordemos sintéticamente esta constitución del Hombre:

principio--------------------------- Atma (Espíritu puro, universal)
principio--------------------------- Buddhi (Alma espiritual, envoltura de Atma)
principio--------------------------- Manas (mente)
principio--------------------------- Kama, (materia de deseos y pasiones) o cuerpo emocional
principio--------------------------- Prana, (la energía vital universal dentro del cuerpo físico-etérico)
6° principio--------------------------- Linga-zarira, cuerpo etérico o doble etérico (vehículo de Prana)
7° principio--------------------------- Sthula-zarira, o cuerpo físico


            El 3° principio, manas, (que también se nombra como ‘el 5° principio’, si se cuenta de lo denso a lo sutil) tiene una doble función. Los subplanos más densificados del principio mental (mente concreta o inferior) se unen a “Kama” (materia astral, asiento de los deseos y pasiones), formando “kama-manas” el “yo inferior” o yo personal humano, mientras que la mitad superior de manas (mente abstracta) conforma la Tríada superior del hombre: Atma-Buddhi-Manas; quedando así establecido el CUATERNARIO INFERIOR y la TRIADA SUPERIOR, que forman ‘el septenario’, (tan nombrado en los estudios teosóficos).
            Es en la TRIADA SUPERIOR del hombre donde existe el alma humana, y donde con la evolución vendrá luego a la existencia el alma divina.
           
            Según los hindúes, existe otra clasificación, en la cual se nos dice que el hombre posee 5 envolturas (aquí no se habla de “principios” sino de “envolturas”, por eso ‘Atma’, el Espíritu puro universal, al no ser una ‘envoltura’ sino el Ser mismo, no cuenta en la clasificación)

1-      Anandamayakosha:    la envoltura de la Beatitud;  Buddhi.
2-      Vignanamayakosha:    la envoltura discriminadora;  Manas superior.
3-      Manomayakosha:    la envoltura del intelecto y deseo;  Manas inferior y Kama.
4-      Pranamayakosha:    la envoltura de la vitalidad;  Prana
5-      Annamayakosha:    la envoltura de alimento;  cuerpo físico denso.

De acuerdo a esta clasificación de la constitución humana, el alma humana correspondería a la envoltura n°2, y el alma divina a la envoltura n° 1.

El alma humana es el Cuerpo Causal, el cual existe en el plano mental superior de la constitución humana. El desarrollo del Cuerpo Causal es el desarrollo del Ego o Individualidad humana.
El Ego es ‘la conciencia de ser’, o bien, la consciencia del ‘Yo Soy’, que se deberá ir gestando dentro del Cuerpo Causal.
Otro de los nombres empleados para nombrar al Ego es “el Pensador”, (o “el Gran Filósofo”), palabra que puede ser una guía para comprender este tema…
El verdadero Ego o Yo superior nace cuando el Cuerpo Causal ya ha obtenido y capitalizado la suficiente comprensión y cualidad vibracional necesaria para tal nacimiento. Es por este motivo que no todos los Egos son iguales en el mundo superior, el mundo causal. Existen Egos en latencia dentro del Cuerpo Causal, semejante a fetos en gestación (es decir que “el Pensador” no ha nacido aún por que el intelecto ha permanecido inactivo hasta el momento); existen Egos recién nacidos, y también Egos jóvenes, así como Egos experimentados y con diferentes grados de sabiduría. En el mundo superior los Egos más sabios están al servicio de los más jóvenes e inexpertos…

El desarrollo del alma humana comienza con el desarrollo del intelecto (…). Por lo tanto el plano mental es la región del “alma humana”. Más precisamente, el alma humana es la parte que “reencarna” de un cuerpo en otro a través del proceso evolutivo. Es decir, que el alma es el Ego (en gestación o ya nacido) que permanece tras la muerte del cuerpo. Este Ego, la consciencia de ‘ser’ dentro del Cuerpo Causal, es el que se va transformando y desarrollando durante las sucesivas personalidades humanas por las que va atravesando.
El Ego es la sumatoria de la comprensión que se va integrando al Cuerpo Causal. A medida que el intelecto se ejercita y ‘comprende’, el Ego en su propio plano crece y se expande en conciencia. El Ego es la síntesis de comprensión de todas las encarnaciones humanas. Esa síntesis de comprensión se efectúa dentro del Cuerpo Causal. Por este motivo, cuando el Ego está maduro, puede ser el guía de la personalidad humana, e influir sobre la misma positivamente. Por lo general la persona humana ignora que tal guía, creatividad o inspiración proviene desde su propio ser interno, y atribuye tal benéfica influencia a ‘Dios’ o a los Ángeles…

El “Alma Divina” es un aspecto superior, más elevado que el alma humana, es ‘un estado de ser’ emparentado con la Unidad de la Vida; es Buddhi (el aspecto solar o crístico). Pero el Alma Divina (la conciencia de unidad o de Amor) debe ser desarrollada, ya que solo está en latencia en la mayoría de los hombres. Antes de que el Alma Divina o Buddhi-Atma se despierte como ‘conciencia consciente’ (nacimiento y desarrollo de la conciencia crística), el “alma humana” debe alcanzar al menos un gran progreso, es decir, que el intelecto debe ser cultivado.

El ALMA o Cuerpo Causal, o Loto Egoico,
es la CONCIENCIA del Yo autoconsciente en desarrollo.

Por lo tanto todo proceso de ‘apertura de conciencia’, de comprensión profunda de algún aspecto de la Vida, es desarrollo del ALMA.
La evolución del alma humana lleva al desarrollo de la consciencia mental y a la formación del “cuerpo mental”; y en una ulterior etapa el alma pasa de ser ‘humana’ a ser ‘divina’, por que LA CONCIENCIA ATRAVIESA UNA TRANSFORMACIÓN ALQUÍMICA que, como decían los antiguos alquimistas esotéricos, convierte el “plomo” en “oro”. Estos símbolos encubren el significado de una gran autotransformación interna en la conciencia del hombre. La conciencia materialista y limitada del ser humano (el ‘plomo’), se va transformando en consciencia espiritual y trascendente (el ‘oro’). Esto es la aparición de Buddhi y Atma como consciencia despierta y operante. A tal conciencia podríase llamarle también Conciencia Espiritual o “Conciencia Monádica”.

Cuando en el Cristianismo de habla de “salvación de las almas”, se hace referencia en realidad a la necesidad interna de la humanidad de entrar por un proceso de COMPRENSIÓN y tomas de consciencia que le permitan crecer, transformarse y evolucionar, hasta llegar al despertar de Buddhi.  Esto en el Cristianismo se entiende como el nacimiento del Cristo en el corazón. Claro está que ese “nacimiento” es tan solo un primer paso en el despertar de Buddhi como Conciencia.
La evolución real es la expansión del alma, es decir el desarrollo del Cuerpo Causal, que más tarde producirá un despertar de Buddhi. El desarrollo de Buddhi dará luego por resultado la expresión de la Conciencia Búdica o Crística a través de la generación interna del Cuerpo Búdico, o Cuerpo Solar o Cuerpo de Luz o Espiritual, al cual algunos estudiantes también llaman MER-KA-BAH. Este nuevo aspecto, nacido como conciencia, es el Alma Divina.

(Lo que sigue es un extracto de la página 419 del Tratado sobre Fuego Cósmico, de Alice Bailey)

El Cuerpo Causal es el CENTRO CARDÍACO MONÁDICO.
Es una envoltura de “sustancia mental” producida al encontrarse el Fuego del Espíritu con el Fuego de la Materia, produciendo Fuego Solar (Conciencia o mente).
La Fuerza o Energía que desciende desde los planos superiores (el aliento de la Mónada) produce un vacío, o algo similar a una “burbuja” en suspenso. Esta es la envoltura del Cuerpo Causal, el “círculo no se pasa” de la vida central; (la vida central es el corazón del LOTO). Dentro de esa envoltura se hallan 3 átomos:
1-      El átomo físico permanente.
2-      El átomo astral permanente.
3-      El átomo mental permanente.
Estos 3 átomos permanentes responden a las 3 Personas de la Tríada microcósmica: ATMA-BUDDHI-MANAS.
La finalidad de los átomos permanentes es asimilar experiencia (a través de la vida del hombre en la materia) y transformarla en “cualidad”.
            El Cuerpo Causal es una esfera llameante de fuego que abarca los 5 planos de manifestación monádica. Se lo ve también como el Loto de 12 pétalos. De estos 12 pétalos, los 3 internos aún no se han revelado o están en embrión (en la humanidad en general), de allí que al Cuerpo Causal se lo considere frecuentemente como un Loto de 9 Pétalos o rayos. Al cumplir la 3° iniciación mayor,  (la 5°; que convierte al hombre en Adepto), estos 3 se revelan. Responden a la vibración monádica, o Espíritu puro.

(Hasta aquí el relato del libro de Alice Bailey)


Para concluir esta reseña esotérica sobre el alma, diremos que el Cuerpo Causal puede ser minuciosamente estudiado (por eso antes hablamos de “ciencia espiritual”), cosa que aquí no haremos. Pero daremos algunas pautas para la investigación:
1-      El LOTO ÁLMICO es, al principio de la evolución del hombre, como un “capullo cerrado”. El Ego, o conciencia de ser, ‘duerme’ dentro de ese Capullo.
2-      De todas las experiencias que el ser humano pasa en la Tierra solo las cualidades benéficas, de alta vibración y calidad, pueden ingresar al Cuerpo Causal y producir la apertura de los pétalos del Loto.
3-      Tal apertura de la “Flor del Alma” o “Loto Egoico” es un símbolo que quiere representar el nacimiento y desarrollo del Ego: ‘la autoconsciencia de SER’.
4-      Los 12 pétalos o rayos (energías) del LOTO ALMICO se deben ir desplegando hasta que “la Flor del Yo” esté totalmente abierta expresando sus mejores cualidades de aspectos adquiridos.
5-      De los 12 pétalos que se deben desplegar, 3 son de Conocimiento, 3 son de Amor, y 3 de Sacrificio. Estos 9 pétalos están intercalados en ruedas concéntricas desde la periferia hacia adentro y se van desplegando en virtud de la cosecha de comprensión que el hombre va realizando durante sus sucesivas reencarnaciones. Los 3 pétalos más internos revelan el aspecto Voluntad y Propósito del Logos, y se han desplegado solo a los contados Iniciados de alto grado.
6-      El Cuerpo Causal es luminoso; es como una esfera luminosa de diferentes colores. Estos colores varían en cualidad, tono y brillantez según sea la maduración del Cuerpo Causal, y solo un clarividente causal puede observarlo en el hombre evolucionante como un ovoide de luz dentro del cual está el cuerpo físico y demás energías de los vehículos inferiores. La verdadera clarividencia causal o álmica solo los Maestros (Adeptos) la poseen. Cuando la Flor Álmica está bien abierta, con sus pétalos desplegados, expresa la luz de diferentes virtudes a manera de rayos concéntricos.
7-      Se dice que después del total desarrollo del Cuerpo Causal, este desaparece, siendo reabsorbido por la Mónada. Esta es la gran “cosecha monádica”. Es Nirvana: “extinción”. Por lo tanto el alma (alma humana) no es eterna como se suele pensar popularmente, pero cuando se convierte en alma divina al activarse Buddhi y Atma como conciencia (principios monádicos superiores) sí lo es. Sin embargo, aunque el Cuerpo Causal (el Yo en su “círculo no se pasa”), cuando ya ha cumplido con su propósito finalmente desaparece, vive a partir de entonces como virtud y sabiduría en la Conciencia Monádica, en el nuevo Cuerpo de Luz espiritual que se ha formado. Esta Conciencia sí es eterna y trascendente, y seguirá creciendo en expansión más allá de los límites de la actual comprensión humana. La Humanidad, claro está, aún no ha llegado a este punto, pero esta es su Meta.

Todo este tema puede ser investigado y profundizado por el estudiante interesado.






            Aclaración: Cada alma o ‘cuerpo causal’ pertenece a un rayo de los 7, y bajo esa influencia de rayo crece en conciencia. Ese es un tema no abordado aquí, y que también debe ser abordado por el estudiante.





miércoles, 28 de enero de 2015

1- EL ALMA: conceptos introductorios


            La palabra alma significa “el principio que da vida”. Es decir que, las formas materiales no estarían ‘vivas’ si no fuese porque tienen ese ‘principio vital’ al cual se ha llamado en muchas tradiciones “alma”.  
            De acuerdo a este concepto podemos ver que todo lo que es materia y que vibra, se mueve y tiene procesos de transformación posee ‘alma’. Los minerales tienen, por lo tanto, alma, los vegetales poseen alma y así también los animales y por supuesto, también el hombre. La diferencia entre el alma de los entes en cada uno de estos reinos de vida está en que “la vida en la forma” no es en todos exactamente igual, ya que el alma también evoluciona tomando nuevos estados; tiene ‘procesos’ de cambios por los que atraviesa a lo largo de la evolución. Esto explica que la enseñanza oriental (y teosófica) enseñe que el alma mineral luego de pasar millones de años otorgando vida y absorbiendo las cualidades de ese reino, pasa al reino vegetal, en el cual transmite vitalidad y absorbe experiencia también durante millones de años. Luego pasa el alma al reino animal con la misma función doble, la de dar vida a la forma y capitalizar experiencia.
En los reinos menores el alma es “grupal” por que cubre y abarca la vida de grandes masas minerales, de muchas plantas a la vez, y de grupos de animales. Pero cuando finalmente llega a la forma hombre el alma (que era grupal) ‘se individualiza’, es decir que, a partir de entonces, existe un alma para cada ser humano. Esta es la primera diferencia importante entre el hombre y los reinos de vida infrahumanos.

Según la teología cristiana, el alma es una substancia espiritual. Substancia significa ‘algo que está detrás de una cosa’, es decir algo que subyace en el fondo de la forma visible. Esa substancia es ‘espiritual’, señalando que no es material, y que es sutil, intangible por los sentidos materiales.
Desde Platón nos llega un significado de ‘alma’ interesante. Se dice, según este filósofo, que hay tres almas en el ser humano, o tres ‘principios que dan vida’ dentro del hombre. El primero es el alma apetitiva o concupiscible, aquel principio que apetece y desea en el ser humano; también ha sido llamado alma instintiva o animal, debido a que los bajos instintos del hombre provienen de su antepasado animal (de cuando el alma ocupó cuerpos de animales vitalizando el instinto). El alma apetitiva sería lo que hoy se denomina cuerpo astral o emocional. En las escrituras de la India se lo denominó kama rupa (kama: deseo; rupa: cuerpo, es decir ‘cuerpo de deseos’). La segunda alma, según Platón, es el alma irascible o del valor; es la fortaleza en el ser humano (Platón la compara a un caballo que obedece a su jinete), también se puede entender como la mente en el hombre (el intelecto), el principio que da un valor, un juicio a las cosas (correcto o incorrecto). Es un principio intermedio entre lo inferior y lo superior. La tercera sería el alma racional; esta es la Inteligencia, principio llamado ‘Buddhi’ en oriente. (Buddhi no es mente, sino un principio superior a la mente, pero que puede incidir e incide en la mente hasta llegar a transformarla en mente espiritual: “buddhi-manas”)

Hay que distinguir entre intelecto e inteligencia porque no son lo mismo.
Intelecto es una facultad de la mente, mientras que Inteligencia es un principio superior al plano mental. La inteligencia es superior al intelecto. Son dos grados diferentes del ‘conocer’. Hay hombres que son intelectuales, pero no ‘inteligentes’…, es decir que acopian muchos conocimientos y datos, pero no saben como manejar y emplear esos conocimientos en la vida diaria y en situaciones que se presentan quedan inmóviles sin poder accionar. Otros, inclusive, utilizan el intelecto con fines egoístas y malsanos…
 Inteligencia es la sabiduría para emplear en forma directa y práctica el conocimiento. De manera opuesta al ejemplo anterior, hay hombres inteligentes, pero que no son intelectuales, es decir que con muy poco acopio de conocimiento libresco y con pobre educación, se dan muy buena y creativa idea en cómo manejar asuntos que la vida les presenta.
Un intelectual puede ser un ‘tonto’, y un analfabeto puede ser un ‘genio’. El ingenio es el “genio interno”; y este es Buddhi proyectando su luz sobre el hombre. Pero quienes poseen inteligencia, son las almas más maduras, es decir, las que ya han transitado por largas encarnaciones construyendo el antakarana, el ‘puente interno’ que une a la mente inferior con la mente superior.

Por lo que hemos visto, se ha llamado alma a distintos aspectos dentro del hombre, aspectos que son motores de la vida interna. Un aspecto es el pasional o emocional, el otro es el aspecto mental o intelectual, y el tercer aspecto es más de orden espiritual, porque tiene que ver con la Inteligencia Universal. Cuando despierta este tercer aspecto, Buddhi (o la razón pura), la conciencia de individualidad (que conlleva la raíz de la separatividad) se va perdiendo porque comienza a hacerse sentir el aspecto UNIDAD de la vida.
Estos tres aspectos en el hombre forman la psiquis (para los griegos alma era la ‘psique’), es decir ‘el elemento vida’ dentro del cuerpo físico. Esa ‘vida’ dentro del cuerpo tiene diferentes aspectos, el emocional, el mental y el espiritual, como vimos. Estos tres aspectos no son armónicos entre sí, sino conflictivos, y en resolver ese conflicto está lo que llamamos Liberación (espiritual y esotéricamente hablando). El conflicto es necesario en la evolución y en los procesos del alma porque la fricción genera ‘conciencia’, despierta cualidades.
De estos tres aspectos del alma mencionados, la naturaleza apetitiva en el hombre (astral), la cual tiende al acopio y al egoísmo, es opuesta a la naturaleza intuicional (o búdica) que manifiesta inteligencia universal y unidad. Estos dos aspectos o principios opuestos luchan dentro del ser humano para prevalecer, y el terreno de la lucha es un principio que está justo en medio de aquellos dos: la mente (manas). Es en la mente donde los deseos arraigan para encontrar un aliado (el pensamiento) que le permita conseguir sus fines; y es en la mente también donde la Inteligencia Universal (buddhi) puja por despertar la conciencia del hombre, para convertirlo en un ser inegoista, filántropo y en un servidor más de la raza.

Reconocer estos aspectos dentro de sí mismos es el primer paso en el Sendero.

Saber como proceder para favorecer conscientemente los procesos alquímicos del alma, es conocer sobre “EL TRABAJO DEL ALMA”.


Más información sobre ‘El Trabajo del Alma’ en:


y sintonizaciones y ejercicios espirituales en: